Los partidos Convergencia y FCN-Nación ganaron las alcaldías en los municipios de más reciente creación.
Por José Pablo del Águila
Petatán, Huehuetenango, se creó el 27 de octubre de 2015 y Sipacate, Escuintla, el 15 de octubre del mismo año. Los dos municipios tienen menos de 20 mil habitantes, sus gobiernos ediles se conforman por el alcalde, dos síndicos y cuatro concejales.
En Petatán el alcalde electo es Juan Bernardo Hernández, del partido Convergencia que obtuvo 547 votos. El contendiente de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) quedó atrás por 25 votos. Hubo cinco partidos en el proceso.
Tiene 2 mil 863 personas empadronadas, pero tres de cada diez no acudieron a las urnas, según los resultados preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Las primeras elecciones en el municipio transcurrieron en paz, asegura el alcalde electo.
Una de las principales necesidades de los pobladores es el agua potable y en eso centrará sus esfuerzos, añade. Hernández cuenta que desde 2010 se compró un nacimiento de agua y derechos de paso. El proyecto de agua potable en ese entonces se valoró en Q3 millones 800 mil, para abastecer a 800 viviendas. Pero ahora son 2 mil 500, explica.
Hernández sustituirá a Juan Salucio Tomás, el primer alcalde del municipio nombrado por el Ejecutivo.
Tensión en Sipacate
En Sipacate, Escuintla, Walter Orlando Nájera es el alcalde electo con el partido FCN-Nación con el 66.24 por ciento de los votos. Es un respaldo a su gobierno que empezó en mayo 2016 cuando lo nombró el ministerio de Gobernación.
A diferencia de Petatán, los primeros comicios donde participaron cuatro partidos, transcurrieron con tensión y provocaciones, lamenta Nájera. “Estuvieron metiendo grupos intimidatorios en los centros de votación”. Por esta razón, pobladores resguardaron las urnas a partir las 18:00 horas, cuenta.
Sipacate es un pueblo costero con 269 kilómetros cuadrados de territorio y 43 kilómetros de playa. La tasa de homicidios en el municipio en 2018 fue de 28 por cada 100 mil habitantes, superior a la tasa nacional de 22, según datos recabados por la organización Diálogos.
Se inclina por Torres
Una de las primeras decisiones que tomó el alcalde electo de Sipacate es apoyar a Sandra Torres en segunda vuelta. Para hacerlo valoró tres factores: la intención de voto en la primera vuelta, la voz de su equipo y los diputados electos.
Nájera justificó que sin tener candidato a la alcaldía en Sipacate, la candidata presidencial de la UNE quedó en segundo lugar con 1,237 votos. El primero fue Estuardo Galdámez, de FCN-Nación, con 2,507.
“Los vecinos tiene un acercamiento y preferencia hacia Sandra Torres”, dijo.
Segundo, en una reunión con su equipo de campaña, 370 de 400 integrantes votaron por apoyar a la presidenciable de la UNE. Y por último, Nájera valoró que el partido de Torres logró una bancada fuerte de diputados.
“Dígame usted, ¿a dónde lo lleva la corriente a uno?”, preguntó como si su entrevistador tuviera la respuesta.
En segunda vuelta los alcaldes ofrecen su apoyo al candidato con posibilidades de ganar la presidencia, aunque no sea de su mismo partido político, dice Ricardo Barreno, analista político.
Lo que motiva a los jefes ediles es la inversión local. Sin embargo, estas alianzas suelen priorizar únicamente la obra gris para favorecer electoralmente al alcalde y dejan en segundo plano el desarrollo sostenible de los pobladores del municipio.
“Es beneficioso (la alianza) para el líder por los réditos electorales, pero perjudica a la comunidad porque la manera en que se invierte responde a efectos inmediatos, no a lógica de desarrollo sostenible”, afirma.
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