A los alcaldes les corresponde trasladar los nombres de los beneficiarios del sector informal al Gobierno central, no establecer requisitos.
Por José Pablo del Águila
El alcalde de Génova Costa Cuca, Quetzaltenango, Amílcar Escalante, dispuso que pilotos de transporte urbano y extraurbano, así como comerciantes del sector informal, muestren su boleto de ornato para ser recibir el bono de Q1 mil que ofrece el Gobierno central.
Este aporte económico es una transferencia única y está destinado a trabajadores del sector informal perjudicados por la crisis de la COVID-19, explicó Carlos Sandoval, secretario de Comunicación Social de la Presidencia. Cada municipalidad, con base en sus registros, debe proporcionar al ministerio de Desarrollo Social (Mides) una lista con los nombres de estas personas.
Sandoval afirma que los alcaldes no deben exigir ningún otro requisito. Sin embargo, Escalante informó que decidió pedir el boleto de ornato para garantizar que los beneficiarios fueran residentes de su municipio.
“Hay gente que no es del municipio, y si no son de acá tendrían que pedir apoyo a su municipalidad, no a la de Génova”, comentó Escalante.
Según el alcalde, que cumple sus primeros tres meses de gestión, en la lista de beneficiarios que elabora incluye a transportistas y mujeres que vendían alimentos en las afueras de las escuelas. Como apenas inicia su administración, no hay registros de ellos.
La municipalidad abrió el Domingo de Resurrección para recibir el pago de quienes decidieran ponerse al día con el boleto de ornato, cuyo destino es la limpieza de calles y plazas. En las instalaciones hubo aglomeración de personas que deseaban pagar para ser incluidos en las listas. Según el alcalde, esto sucedió porque “malos vecinos” esparcieron el rumor que el bono era para cualquier persona, cuando únicamente es para el sector de la economía informal.
Este año, Génova prevé que sus ingresos propios sean de Q3 millones 32 mil. De estos, Q125 mil corresponden al boleto de ornato, tomando en cuenta la multa por retraso. Pero hasta la fecha solo se ha recaudado Q74 mil 330 en este arbitrio.
No es necesario
Miguel Ovalle, alcalde de Salcajá, Quetzaltenango y presidente de la Asociación Nacional de Municipalidades (Anam), considera que la medida es errónea porque el boleto de ornato se puede comprar en cualquier municipalidad. Ello no implica que la persona sea vecina del municipio.
Ovalle propone que los alcaldes verifiquen los registros de sus direcciones financieras y corroboren quiénes son los comerciantes que cesaron su actividad económica con la expansión del COVID-19 y regularmente dan un aporte a la municipalidad.
Luis Ruano, secretario de Asuntos Municipales del Ejecutivo, considera que las municipalidades deberían tener registros de comerciantes informales, aunque reconoce que en la práctica eso no sucede, principalmente en las comunas donde el alcalde es nuevo. En ese sentido, Ruano cree que esta crisis representa una “oportunidad para que los municipios hagan sus registros”.
Ruano y Ovalle sostendrán una reunión este lunes para definir directrices sobre la elaboración de estos listados.
Sandoval, secretario de comunicación social de la Presidencia, afirma que además del bono familiar, hay otros 11 programas dirigidos a distintos sectores afectados con la actual crisis. Los nombres que los alcaldes proporcionen serán exclusivamente para el bono de la economía informal y objeto de análisis, agregó.
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