A tres semanas de que el cultivo empiece su proceso, el departamento está en alerta roja. Temen una crisis por el desplazamiento de trabajadores y el poco personal de Salud.
Por Claudia Palma
El semáforo de alertas por COVID-19 muestra en Zacapa tres municipios en rojo, cinco en naranja y tres en amarillo, de acuerdo con la actualización del domingo 9 de agosto. En las últimas dos semanas (del 24 de julio al 6 de agosto) diagnosticaron positivas a 145 personas.
Así los casos a tres semanas de la temporada de siembra de melón que provoca un considerable desplazamiento interno en el departamento y que podría, de no tomarse las medidas, ser un foco de contagio, según autoridades sanitarias.
El cultivo de esta fruta en el valle de la Fragua genera durante un año 17,838 empleos, y tiene como mercado principal Estados Unidos y en menor escala Europa, indica el médico Erwin Enrique Gómez Delgado, en la tesis “Evaluación de impactos económicos, sociales, ambientales y validación de sustancias y tecnologías de sustitución del bromuro de metilo, en la producción de melón en el valle de la Fragua, Zacapa” publicada en 2018 (Universidad de San Carlos).
El ciclo dura de septiembre a marzo, cuando se produce la cosecha y origina la movilización de campesinos que bajan de las comunidades montañosas de Zacapa. Estos grupos suelen alquilar habitaciones en las que viven hasta media docena de trabajadores y esto representa un enorme riesgo de contagio, indica Alberto Ramírez Ramos, coordinador municipal del distrito de Salud de Zacapa.
La economía de Estanzuela depende en buena parte del cultivo del melón y la sandía. Estas empresa contribuyeron con los insumos para los túneles desinfectantes, materiales para fabricar mascarillas y donaciones de fruta, refiere la alcaldesa de ese municipio, Mirna Vargas. Ojoconmipisto intentó obtener la versión de varias meloneras sobre los protocolos de seguridad que aplicarán, su respuesta vía corro electrónico fue que analizarán pronunciarse.
Al inicio de la temporada de siembra, en plena pandemia, se suman otros factores que preocupan a ediles y autoridades de Salud. El hospital dispuesto para enfermos de COVID-19 de Estanzuela, además de pocos insumos cuenta con seis de 25 médicos requeridos. El área de Salud solo ha contratado a tres de cinco galenos. Pese a la oferta laboral existente hay pocos interesados, afirma Jaime Guerra Castañeda, médico y director del área de salud del departamento.
En el departamento la brecha faltante es de 118 médicos y enfermeras y Q11 millones en su presupuesto destinado a salud, indica.
En el centro
La cabecera municipal de Zacapa está en color rojo, allí se concentran 108 casos (de los 145 nuevos positivos), según las estadísticas oficiales del ministerio de Salud.
Esta área es la más alta en población (95 comunidades), la segunda en extensión territorial y concentra a las instituciones de gobierno y servicios públicos. Estas condiciones originan muchos desplazamientos locales y de vecinos de Chiquimula, Izabal y El Progreso, explica Ramírez Ramos, el coordinador del distrito municipal de salud de Zacapa.
El desplazamiento interno a la cabecera municipal o hacia zonas industriales como Teculután, que está en alerta roja, o Gualán, en color amarillo, aumenta las posibilidades de contagio, agrega Ramírez Ramos.
Otro grupo que se mantiene en observación es el de los soldados de la Fuerza de Tarea Chortí que tiene su sede en el departamento y que constantemente se desplazan a las fronteras. El Sistema Penitenciario también carece de recursos, pues el centro de detención preventiva Los Jocotes solo tiene un enfermero y carece de médico para una población estimada de 900 reclusos, refiere el director del área de salud.
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