Con el objetivo de logar distanciamiento social entre vendedores y compradores trasladaron las ventas al campo de la feria de este municipio de Alta Verapaz.
Por Carmen Maldonado
La municipalidad de San Cristóbal Verapaz, Alta Verapaz, toma medidas para evitar que sus plazas se conviertan en focos de propagación de la pandemia. Por ello, los vendedores de los alrededores del mercado municipal se trasladarán al campo de la feria. La manera en que decidieron asignar el lugar a cada uno fue a través de un sorteo.
Vendedores como Abelarda Morales fueron informados el 4 de junio de la nueva disposición. Cuando inició la cuarentena, dejó su puesto de verduras en las afueras del mercado municipal, que ocupó dos veces por semana durante casi veinte años. Ella, como los demás vendedores, debían reunirse el 5 de junio a las 6:00 de la mañana para el sorteo que definiría el lugar en el que venderán sus productos.
Por su edad, 82 años, envió a su nieta Marielos de 18 años a participar en el sorteo. Para poder optar a un sitio en el mercado provisional, los vendedores debían llevar su DPI para quedar en la lista de personas con un lugar asignado en el mercado nuevo. Según Carlos Mus, encargado de la unidad de acceso a la información pública de la comuna, aún no han contado cuántos vendedores están asignados para el campo de la feria porque la comuna aún no termina de repartir los puestos, pero esperan poder hacerlo en esta semana. Tampoco han definido si les cobrarán derecho de piso.
Abelarda agradece el nuevo lugar para vender, de lo contrario el único ingreso económico de su hogar serían los Q120 semanales que gana Marielos como lavandera en la única casa que le da trabajo durante la cuarentena. “Los viejos somos los que estamos fregados porque no podemos salir a vender, pero nadie piensa en que si no trabajamos, no comemos”, dice Abelarda.
Hay buenos comentarios sobre esta medida, pero también hay reclamos de los vendedores que temen perder a su clientela con este traslado.
“Lo tendremos ahí hasta que acabe la cuarentena, para que la gente no se arriesgue”, dice Ángel Véliz, director de servicios públicos de la municipalidad de San Cristóbal Verapaz. Todo dependerá de cómo avance el conteo de casos de coronavirus en el país.
Abelarda y demás vendedores por reubicar ofrecían sus productos en los alrededores del mercado, pero las calles son angostas lo que dificulta el distanciamiento social. En el interior del mercado, las carnicerías, abarroterías y demás ventas funcionarán con normalidad, siempre salvando la distancia entre los puestos.
El director de servicios públicos dice que los vendedores del campo de la feria tambien estarán distanciados según el lugar que la tómbola designó para cada uno. “El concejo municipal evaluará qué días cerrará el mercado para desinfectarlo. De momento vamos a abrirlo a diario”, agrega Véliz. Cada uno es responsable de llevar la estructura necesaria para su puesto y deben considerar llevar algo para cubrirse en caso de lluvia.
En San Cristóbal Verapaz hay dos mercados, y ahora se suma el del campo de la feria. Seguirá el protocolo recomendado por la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport) para operar en mercados municipales, el cual sugiere habilitar una entrada y una salida para todos, controlar la cantidad de personas que entran, impedir la ingreso de niños, pedir a las personas que no se acerquen demasiado, entre otras prácticas preventivas.
Allí estará Marielos a diario durante la cuarentena, junto a otros vendedores de ropa, calzado y comida. Su abuela se quedará en casa, con la esperanza de que la venta del día les alcance para cubrir los gastos familiares.
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