“Yo calificaría al voto nulo como una manifestación de desencanto”

22 marzo 2019

José Carlos Sanabria, analista de ASIES, se refiere a una de las principales modificaciones que se vivirán en estos comicios.

José Carlos Sanabria, analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, ASIES, habla sobre el voto nulo. Foto: Patricia Ramírez

Patricia Ramírez

Según el Tribunal Supremo Electoral, ¿cuáles son las condiciones para declarar un voto nulo?
-Se aplicará a cualquiera de las cinco elección que tenemos en proceso electoral, esto se aplica al momento en que el voto nulo expresado en las urnas sea mayor al 50 por ciento más uno del total de votos válidos.

¿Eso quiere decir que las elecciones deben repetirse?
-Sí, se obliga a repetir, por una sola vez, la elección. Pero no obliga a los partidos a cambiar candidatos, sino se parte del supuesto de que el mensaje enviado por la ciudadanía al manifestar que no están apoyando ninguna de las opciones presentes.

En caso de repetirse los comicios. ¿Los partidos pueden cambiar de candidato?
-Si, los partidos pueden cambiar los candidatos, para que los ciudadanos en esta segunda ocasión, voten por otras propuestas, O bien, pueden insistir en mantener los mismos.

¿Eso aplica a las cinco elecciones?
-La elección a presidente se repite “un domingo de octubre”. Todas las demás en la segunda vuelta

¿Cuándo se vota nulo?
-Cuando el ciudadano haga una “X” en toda la boleta, circule cualquier opción, manifieste por medio de una frase o una palabra en que no apoyo a ninguna de las opciones.

¿Se define con claridad al voto nulo en las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos?
-Para mí sí. De hecho, el Tribunal Supremo Electoral desarrollará talleres de capacitación para los órganos electorales temporales, especialmente las juntas receptoras de votos que decidirán cuáles son. También tendrá que capacitarse a los partidos políticos, principalmente a los fiscales.

¿El voto nulo tiene un valor distinto a voto válido?
-No. El voto nulo pasa a ser parte del voto válido, o sea el que se expresa por un candidato específico. Las reformas indican que los nulos se adicionan los válidos.

¿Qué pasa con el voto en blanco?
-Es una categoría diferente. En este, el ciudadano simplemente no imprime ninguna marca en la boleta de elección.

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¿Quién define cuándo un voto es nulo?
-Lo hacen las juntas receptoras de votos cuando realizan el escrutinio, que es observado por los fiscales de todos los partidos. Y sumarán como una opción política, al voto nulo.

¿Cree que los guatemaltecos están preparados para un proceso electoral que da validez al voto nulo?
-Habrá que ver. Es muy difícil determinar si estamos o no preparados para ello. Cada vez se escucha más sobre el voto nulo, principalmente porque hay insatisfacción, descrédito, apatía y desgano hacia el sistema. La ciudadanía lo rechaza y por ello, parece estar cada vez más interesada en esta opción. Ahora bien, la evaluación de si estamos preparados o no, se hará después del proceso.

¿A quiénes beneficia el voto nulo?
-No hay un beneficio en términos partidarios. Deben conjugarse varios aspectos para determinarlo. En este caso habrá que ver cómo será el comportamiento electoral. El voto nulo como tal no está diseñado para favorecer a nadie. Los beneficios que, eventualmente, se pueden tener, los configura el comportamiento electoral y es difícil anticiparse a cómo será éste.

El escritor José Saramago en su “Ensayo sobre la Lucidez” considera que el voto en blanco “es como un mecanismo para romper con la caricatura de democracia en que vivimos» ¿Cree que esa frase se aplique a la realidad de Guatemala?
-Difícil. Creo que no hay un nivel de consciencia tan grande como el que desarrolla Saramago en su ensayo. De hecho yo creo que, aún en medio de esa apatía y descontento, prevalecerá la preferencia sobre candidatos y partidos específicos.

Saramago también se pregunta si es democrático el voto nulo. ¿Qué dice usted de esto aplicado a Guatemala?
-Creo que sí, porque es una opción dentro del sistema. Yo consideraría que es una expresión popular. De momento, es muy prematuro anticiparse sí puede calificarse, en este ejercicio que se viene, de antidemocrático.

¿Qué pasaría si la mayoría deciden votar nulo? ¿Podría interpestarse como una rebelión ante la coyuntura que vive el país?
-Yo no lo llamaría rebelión porque el voto nulo está dentro del marco democrático. Las reglas del juego abren la puerta a que se repitan las elecciones. Yo, más que rebelión, lo calificaría como una manifestación de desencanto y de rechazo a propuestas políticas.

¿Sería un llamado de atención a los gobiernos políticos o sistema electoral?
-Sí. El triunfo del voto nulo implica un mensaje claro y contundente del elector hacia el sistema, lo cual puede interpretarse también como descrédito, rechazo, apatía, indiferencia o castigo. Pero habrá que ver si los políticos lo analizan así, porque si no lo hacen, insistirán con los mismos candidatos.

¿Es el voto nulo, según usted, una salida institucional efectiva de rechazo a la clase política?
No. No es una medida efectiva. El sistema de voto nulo no genera un efecto directo. Si lo vemos por fases el problema no debería atenderse durante la elección, sino en la de postulación y organización partidaria. Es en estos espacios en donde deben asegurarse mecanismos más representativos y legítimos para no solo organizar partidos, sino postular candidatos.


«Esta nota es producto del Diplomado “Periodismo Político y Electoral” que imparte el International Republican Institute (IRI), bajo la coordinación de Laboratorio de Medios, S.A. a periodistas de diversos departamentos de Guatemala. (La asistencia financiera y técnica que el Instituto Republicano Internacional (IRI) otorga para esta actividad es provista por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y es posible gracias al generoso apoyo del pueblo estadounidense.) Los puntos de vista y opiniones expresados en esta nota son de los autores y no necesariamente reflejan la política oficial de USAID o del gobierno de los Estados Unidos”.