Las municipalidades de Gualán y Jutiapa intentaron este año alquilar o comprar un vehículo blindado.
Por María Isabel Rodríguez
La Municipalidad de Santiago de Coatepeque, Quetzaltenango, alquila un vehículo blindado para la seguridad del alcalde de la localidad, Alfonso García Junco Hemmerling. Se trata de un picop de doble cabina con un blindaje nivel 7, por el que durante siete meses se pagarán Q66,500.
Según el portal “Guatecompras”, NOG 4863534, la alcaldía contrató el servicio a Comercial Los Hermanos, S.A., conocido como «El Gran Gallo», que fue el único oferente. Este ha sido proveedor de otras municipalidades como Estanzuela y Mazatenango a las que les ha despachado productos de abarroterías.
La comuna justifica la medida debido a los antecedentes de ataques en contra de funcionarios, pues el 10 de agosto de 2010 fue ultimado a tiros el entonces alcalde Edwin Vega y al año siguiente, ocurrió una ola de violencia en contra de candidatos y funcionarios municipales del área.
Sin embargo, vecinos consultados consideran que el gasto es innecesario. A Mateo Juárez le parece “incoherente que la municipalidad gaste los recursos en esto cuando tenemos otras necesidades. No creo que le suceda algo si hace bien su trabajo, pues el que nada debe nada teme, como dice mi padre».
Pero la comuna también tiene su versión. Roberto Estrada, síndico VI, explica que el concejo aprobó la contratación porque «ya tenemos antecedentes de violencia y en la actual administración ya existen denuncias por intimadaciones”.
Coatepeque fue la única municipalidad que contrató este servicio en 2016. Jutiapa intentó comprar en junio pasado un picop blindado turbo diesel, pero no hubo oferentes. Y Gualán tampoco pudo alquilar una camioneta blindada pues anuló el concurso.
Esta nota es producto del Diplomado «Periodismo, Fiscalización y Transparencia» que imparte el International Republican Institute (IRI), bajo la coordinación de Laboratorio de Medios, S.A. a periodistas de diversos departamentos de Guatemala. (La asistencia financiera y técnica que el IRI otorga para esta actividad es provista por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y es posible gracias al apoyo del pueblo estadounidense).
