Es uno de los cinco departamentos que tienen el mayor número de personas habilitadas para votar en el país.
Foto: Oscar de León
Por María Cabrera
El cierre del empadronamiento y actualización de datos está por concluir pero pocas personas se han acercado a las oficinas del Registro de Ciudadanos de Quetzaltenango para hacer el trámite, lo cual, para algunos analistas, demuestra una seria falta de interés para participar en las elecciones, en especial entre los jóvenes.
En el informe de estadísticas del Tribunal Supremo Electoral (TSE) se registra que al 31 de diciembre de 2018 el total de electores era de 425 mil 556. Dos meses después, al 28 de febrero de 2019, la cifra incrementó a 433 mil 059 personas, un crecimiento del 1.76 por ciento.
Este año José Carlos López, estudiante universitario de Quetzaltenango, votaría por primera vez pero a menos de tres día del cierre del padrón no está inscrito. Según su opinión, este ejercicio ciudadano no representa garantías para que el futuro del país cambie.
“Siempre están los mismos, he escuchado a mis papás quejarse de las mismas personas y la verdad creo que el país va a seguir así de mal hagamos lo que hagamos como ciudadanos”, expresó.
Para Marco Cerezo, director de Fundaeco, los movimientos sociales del 2015, daban la esperanza de que el perfil del electorado cambiaría, pero a muchos los desilusionó.
“Entiendo que a nivel nacional hay unos 500 mil jóvenes que no se han empadronado y eso es simplemente dramático. Creo que todos deberíamos hacer un esfuerzo por empujar a los jóvenes a votar porque si no sucede esto deja que pequeñas minorías tomen decisiones por nosotros”, apuntó.
Importancia en ciudades intermedias urbana
La cabecera departamental, es considerada como parte de uno de los nodos de ciudades intermedias en el país, según el informe de la Agenda Nacional de Competitividad presentado en 2016. Y es en esta ciudad, donde el empadronamiento aumentó en 908 personas, en dos meses.
Enrique Godoy, excomisionado de competitividad y consultor en desarrollo urbano, comentó que además de la desilusión que pueden tener los jóvenes y otros votantes, el empadronamiento también es un proceso complejo y obsoleto que las instituciones deben cambiar.
“Hay una serie de mecanismos retrógrados e ineficientes. Ni el Registro de Ciudadanos ni el Renap tienen la capacidad para habilitar e incorporar al padrón a jóvenes que recién cumplen los 18 años y que sí quieren participar. Muchas de las personas que no están empadronadas no es porque no quieran, sino porque no se puede”, expresó.
Para Godoy, lo ideal sería que el sistema permita un empadronamiento rápido, como se hacía anteriormente aunque de manera rudimentaria.
“Antes en las municipalidades donde se entregaban las cédulas también estaba el escritorio del Registro de Ciudadanos y automáticamente salía uno empadronado, sin que se nos preguntara si queríamos o no”, manifestó.
Por su parte, Ronaldo Robles, analista político, apuntó que el trámite podría ser mucho más sencillo e incluso de forma electrónica.
“Para atraer al elector hay que trabajar en distintos niveles pero lo más importante y rápido es que el empadronamiento sea un procedimiento en línea. Ya se habilitó para las personas que viven en el extranjero por qué no hacerlo para los demás”, señaló.
Además agregó que incentivar a los jóvenes es una tarea a largo y mediano plazo que el Estado debe ponerse como meta y estimular la participación con educación.
«Esta nota es producto del Diplomado “Periodismo Político y Electoral” que imparte el International Republican Institute (IRI), bajo la coordinación de Laboratorio de Medios, S.A. a periodistas de diversos departamentos de Guatemala. (La asistencia financiera y técnica que el Instituto Republicano Internacional (IRI) otorga para esta actividad es provista por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y es posible gracias al generoso apoyo del pueblo estadounidense.) Los puntos de vista y opiniones expresados en esta nota son de los autores y no necesariamente reflejan la política oficial de USAID o del gobierno de los Estados Unidos”.
