El concepto de la factura es arrendamiento de dos motosierras por 20 días, a Q600 diarios. Por ese monto, la alcaldía pudo comprar ocho nuevas.
Por Isaías Morales
La alcaldía de Santa María Nebaj, Quiché, a cargo de Pedro Raymundo Cobo, gastó Q24 mil por alquilar dos motosierras. Estas se utilizaron durante 20 días para talar árboles en la finca municipal Lajputá Vitzán, donde se planea construir una sede de la Universidad de San Carlos, un instituto tecnológico ixil y una escuela nacional bilingüe intercultural.
Ojoconmipisto cotizó en dos ferreterías y el costo promedio es de Q3 mil. Es decir, si la comuna compraba estas herramientas gastaba Q6 mil y se habría ahorrado Q18 mil. Dicho de otra forma, con ese dinero pudo comprar ocho motosierras.
Miguel Brito Santiago, de la constructora “Britos”, fue quien emitió la factura. Asegura que fue contratado para botar los árboles y dejar la madera en trozas, y que alquiló las motosierras a una persona que le dijo el síndico primero Emilio Guzmán Chávez.
“Quien me contactó fue Guzmán Chávez. Él me habló para hacer los trabajos, pero como nosotros no teníamos las motosierras me puso en contacto con quien iba a alquilarnos estas herramientas”, admitió aunque se abstuvo de identificarlo.
Al ser cuestionado, Brito aseguró que el concepto que se lee en el documento es distinto al trabajo realizado. “Me pagaron con cheque por la tala de árboles y corte de madera, no por arrendarles las herramientas”, comentó.
El entrevistado ofreció brindar más detalles del nombre de la empresa que le alquiló las motosierras y el monto que pagó por ello. Sin embargo, al cierre de esta nota no lo hizo.
La constructora Britos, con sede en Nebaj, ha facturado Q798,743 durante los seis años que ha sido proveedor del Estado. Salvo un contrato con el ministerio de Educación por Q18,400, el resto ha sido con la municipalidad de Nebaj.
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Emilio Guzmán y Manuel Cedillo Cedillo, síndico segundo, solicitaron el 25 de junio, al alcalde que aprobara el “arrendamiento de dos motosierras para la apertura de brechas durante 20 días en Lajputá Vitzán, cada una a Q600, a razón de 24 mil en total”. La factura fue emitida por la empresa el mismo día.
Guzmán también fue contactado porque fue señalado por el constructor de intermediar con él y con la empresa que alquiló las herramientas. Sin embargo, tampoco respondió las llamadas.
Por su parte, el alcalde Pedro Raymundo Cobo explicó que tanto la empresa y la municipalidad cometieron un error en redactar el concepto de la factura y la solicitud de contratación.
“El trabajo consistió en contratar a dos motosierristas con sus equipos. No se detalló el trabajo, pero vamos a publicar un documento en Guatecompras para evitar malentendidos”, explico.
El jefe edil agregó que si la Contraloría audita este proceso le entregara un informe detallado de los trabajos realizados y explicará por qué el concepto de la factura es distinto al servicio contratado.
Sobre este tema la directora de Gobiernos Locales de la Contraloría General de Cuentas, Alma Villeda, respondió que la auditoría hacia esta municipalidad se realizará hasta finalizar el año.
El lugar donde se realizó la tala de árboles es en la finca Lajputá Vitzán, un terreno donde funcionaba el destacamento militar en la época del conflicto armado.
Luego de negociaciones entre las autoridades locales, el Gobierno y la comunidad, el 3 de mayo de 2017, el Ministerio de la Defensa cedió una caballería (alrededor de la mitad del inmueble) a la alcaldía para que se construyan los dos centros educativos y la sede de la USAC.
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