Gestión de riesgo, tarea pendiente de la alcaldía de Quetzaltenango

16 septiembre 2019

«En la municipalidad, solo yo estoy en esta unidad y trabajo con mis propios recursos», afirma el encargado de la unidad.

Los drenajes colapsaron en mayo 2018. Foto: La Prensa de Occidente.

 

 

Por Claudia Lepe

Según la Coordinadora Nacional de Reducción de Desastres (Conred), las municipalidades deben contar con una planificación para el manejo de emergencias, es decir tener claro como operará la institución antes, durante y después de un desastre. Todo debe quedar plasmado en el llamado «Plan de respuesta» y contar con un presupuesto asignado.

Sin embargo, la alcaldía de Quetzaltenango no cuenta con uno. De acuerdo con el presidente de la 5ta. Compañía de Bomberos Voluntarios con sede en Quetzaltenango, Raúl Izas, no existe un plan de respuesta como tal. Menciona que cuando el bombero Ciro Camey falleció tratando de extinguir un incendio en el Mercado Minerva, el área estaba abarrotada de toda clase de juegos pirotécnicos, «Si existiera una planificación real, se tendría que prever el manejo de este tipo de ventas y se invertiría en capacitar a los vendedores sobre la manipulación de los mismos», añade.

El mayor problema es la falta de presupuesto municipal, indica Hugo Urízar, responsable de la unidad de Gestión de Riesgo de la comuna de Quetzaltenango., “Dentro de la municipalidad, solo yo estoy en esta unidad y trabajo con mis propios recursos: la computadora, el escritorio hasta la silla, yo las traje”.

Esta oficina cuenta con Q4,000 mensuales para su funcionamiento, explica Alejandra Monterroso de Comunicación Social.

Una situación similar afronta Jorge Alberto Hernández, responsable de la oficina de Gestión de Riesgo de la municipalidad de Coatepeque. “No se tiene presupuesto y en la unidad solo estamos la secretaria y mi persona”.

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De acuerdo con Maritza Hernández, responsable de presupuesto municipal, no se contempla ninguna asignación para atención de emergencia, solo el salario de los funcionarios de la oficina de Gestión de Riesgo.

Varias municipalidades delegan esta gestión  a la oficina forestal municipal por no poder contratar a alguien para esta área, explica Alan Reth, delegado departamental de la Conred.

Hace ocho años, agrega Gustavo Lang, asesor municipal, la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplan) creó la partida presupuestaria 911 para que las municipalidades pudieran tener un ahorro o una cuenta específica para emergencias. Solo la municipalidad de Guatemala tiene un fondo permanente.

Ni las alcaldías de Quetzaltenango ni Coatepeque contemplan esa partida en su presupuesto.

Para el analista Rigoberto Quemé Chay, además de los planes regionales debería de existir una coordinación interinstitucional porque los desastres no ven límites territoriales. “No estamos preparados para uno”, advierte.

Guatemala está considerado como el cuarto país a nivel mundial con mayor riesgo a desastres naturales, los tres que lo anteceden son islas, es el área a nivel del istmo con el más alto nivel de riesgo por el anillo volcánico y el impacto de tormentas tropicales. “Estamos cerca de una zona intermedia tropical como lo es el golfo de México que genera mucha concentración de humedad, además de incendios forestales”, explica Urízar.

El delegado de la Conred informó que de los 24 municipios que conforman el departamento de Quetzaltenango, solo seis cuentan con una oficina de Gestión de Riesgos:

1. Coatepeque
2. El Palmar
3. Olintepeque
4. Colomba Costa Cuca
5. Salcajá
6. Quetzaltenango

 


«Esta nota es producto del Diplomado “Periodismo Político y Electoral” que imparte el International Republican Institute (IRI), bajo la coordinación de Laboratorio de Medios, S.A. a periodistas de diversos departamentos de Guatemala. (La asistencia financiera y técnica que el Instituto Republicano Internacional (IRI) otorga para esta actividad es provista por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y es posible gracias al generoso apoyo del pueblo estadounidense). Los puntos de vista y opiniones expresados en esta nota son de los autores y no necesariamente reflejan la política oficial de USAID o del gobierno de los Estados Unidos”.